El momento del parto es uno de los momentos más importantes en la vida de la madre y el niño, es el momento en el que por fin se conocerán luego de tanta espera. La principal angustia y pregunta en este momento es: ¿Está todo bien?, ¿Está sanito? Todas estas dudas, se resolverán en cuánto se le apliquen al recién nacido todas las pruebas necesarias para confirmarlo.
Entre estas pruebas, se encuentra aquella que puede detectar la sordera a través de una prueba de tamizaje auditivo neonatal que no le causa al bebé ninguna molestia. Lo común es hacer la prueba entre las 12 y las 48 horas de vida, antes de salir del centro de salud. Esta prueba debe ser realizada en el primer mes de vida del bebé.
Si no se llega a aplicar esta prueba, otras señales de pérdida auditiva aparecerán conforme el niño vaya creciendo y las dificultades de audición se hagan más evidentes.
Por ejemplo, entre estas alarmas tenemos:
- Cuando un bebé recién nacido no muestra sobresalto ni se despierta ante cualquier ruido del ambiente.
- Cuando el bebé es demasiado tranquilo.
- Cuando un bebé, de más de 3 meses, no voltea al ser llamado.
- Por lo general, los niños de 3 a 6 meses le gusta jugar con cosas que vayan sonando, intentando buscar la fuente sonora. Cuando esto no ocurre es señal de alerta.
- Cuando un bebé no balbucea o no muestra respuesta ante los sonidos.
- Cuando un bebé aún no se inicia en el lenguaje a la edad esperada. A los 2 años de edad, aún no dice “papá” ni “mamá”.
- Cuando los bebés y niños gritan mucho durante los juegos.
- Cuando un niño de 2 años, atiende solamente a las órdenes sencillas y básicas. No tiene un vocabulario adecuado a su edad ni construye frases de dos elementos.
- Cuando un niño, a los 3 años de edad, no es capaz de decir frases de 4-5 palabras. El vocabulario esperado para esta edad es de unas 500 palabras a más. Cuando se observan limitaciones en el vocabulario puede convertirse en una señal de alerta.
- Cuando un niño de 4 años de edad, no sabe contarnos lo que pasa.
- Cuando un niño, a los 5 años de edad, aún habla como bebé, presentando problemas de habla, podemos sospechar algún tipo de discapacidad auditiva.
- Cuando los niños piden que se les suba el volumen de la televisión o del aparato de música, y esta dificultad auditiva también influirá en su trabajo en el colegio y, en general, en su conducta. Se mostrará más reservado porque se sentirá inseguro.
- Cuando un niño es demasiado pasivo y no molesta.
Si sospechamos de una pérdida auditiva debemos ir en busca de nuestro pediatra o nuestro otorrino para que nos lo confirme. Hay que considerar también que durante el desarrollo de los niños, puede haber disminuciones de la audición por enfermedades tales como la otitis, presencia de cerumen, entre otras. Mientras la sordera se detecta en edades más tempranas la rehabilitación tiene un mejor pronóstico.
Sumny Jara Flores
Lic. en Educación Especial con Especialidad en Disturbios de la Comunicación
Mg. Fonoaudiología y Problemas de Aprendizaje
Actualmente, Sumny es Terapista de Lenguaje y Aprendizaje en el Centro de Desarrollo Humano Zueh