Actualmente vivimos en un mundo tan acelerado que pocas veces paramos a pensar en qué es aquello que realmente nos hace bien. Todos quieren experimentar la satisfacción total pero esta parece cada vez más inalcanzable. Mientras más corremos hacia la felicidad, más se aleja. Trazamos metas creyendo que alcanzarlas nos dará ese bienestar que añoramos, pero no siempre esto sucede y empezamos a dejarnos llevar por tristezas y frustraciones, pues cuando crees que alcanzaste lo que necesitabas, descubres que no era suficiente, buscas por otro lado u otra cosa y no consigues encontrar alegría y piensas; “no es este el empleo que esperaba”; “no es la persona que imaginé me haría feliz”; “cuando gane más dinero por fin estaré tranquilo”. Entonces, ¿qué es lo que realmente buscamos? ¿qué se necesitamos para sentirnos tranquilos y satisfechos?
Siendo esto un tema tan importante en la vida del ser humano, la psicología buscó investigar al respecto para poder conocer qué es el Bienestar Psicológico y cómo poder alcanzarlo. Muchos psicólogos que han estudiado al respecto de este tema, afirman que el bienestar psicológico proviene de causas más intrínsecas que extrínsecas. Es decir, factores como: económicos, coeficiente intelectual o aspecto físico, influyen a penas en un 10% en lo que refiere al sentirnos bien con nosotros mismos. Los motivos por los cuales la persona se siente realmente feliz se encuentran más relacionados con la satisfacción de necesidades intrínsecas, como por ejemplo: la autonomía, el crecimiento personal o el logro de metas.
El bienestar psicológico se encuentra directamente relacionado con nuestro desarrollo en el vivir, tomando en cuenta los aspectos positivos como negativos. No se trata de negar las cosas malas que nos puedan suceder, sino en tomarlas como una oportunidad de aprendizaje y de mejora, no hay que negar el dolor, sino aprender a asumirlo y aceptarlo como parte de la vida. Viviendo de manera plena y realizando las fortalezas de cada uno al máximo. Del mismo modo, el bienestar también se encuentra relacionado con nuestra autoestima, optimismo, el dominio del entorno y las habilidades sociales que poseemos.
Para sentirnos bien con nosotros mismos, la clave se encuentra en realizar aquello que realmente nos gusta, poder trazarnos metas reales, alcanzables, pero que exijan un esfuerzo de nuestra parte y poner nuestro empeño en lograrlas. Sentir que nos estamos superando cada día, pero sin descuidar nuestros diferentes espacios. Es decir, no podemos sobre exigirnos en el aspecto laboral y dejar de lado nuestra vida personal o social. El bienestar se encuentra en el equilibrio. Saber otorgarle a cada cosa su tiempo y su lugar.
Alcanzar el bienestar no es difícil, se trata de conocernos, saber nuestras fortalezas, invitarnos a superarnos cada día y lograr tener un equilibrio en nuestra vida. Conceder a cada momento y persona su debida prioridad, pero no olvidarnos que para estar bien con los demás es importante estar bien primero con uno mismo.
Escrito por:
Anabelén Lopez Orchard
Int. Psicología Educativa y Desarrollo Humano