Ver a nuestros hijos crecer nos genera mucha alegría y entusiasmo. No obstante los nuevos retos, en algunas ocasiones, nos pueden generar miedos o inseguridades. Retos como el inicio de la etapa del nido, donde es natural que nos preguntemos si el nido es el correcto, si mi hijo está preparado, si es lo suficientemente autónomo, si se va llevar bien con sus compañeros, si le va gustar el nido, etc. Todo esto nos lleva a una gran pregunta: ¿Cómo podemos ayudarlo, qué puedo hacer para que llegue preparado a esta nueva etapa de su vida? Y a la vez pensamos cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos , como padres, a confiar que todo va a salir bien.
Lo principal es saber que las reacciones de llanto o miedo son totalmente normales cuando nuestros hijos atraviesan por una experiencia completamente distinta a la que han estado acosutumbrados a tener la mayor parte del tiempo.
Teniendo en cuenta este proceso natural de transición de la casa al nido, en ZUEH hemos creado una propuesta dedicada a los padres y niños que se encuentran en esta etapa de la vida. Un programa diseñado para tener una transición tranquila y amable de la seguridad de la casas al nido, sin que esto represente una experiencia desagradable para cada uno de los integrantes de la familia.
En el programa de Adaptación al Nido buscamos desarrollar en los niños las habilidades básicas, hábitos y aprendizajes necesarios para ingresar al nido. Las actividades serán presentadas a través de provocaciones (espacios que inviten a trabajar) para despertar en ellos el interés propio en las actividades y por esta curiosidad, explorar, descubrir y aprender por sus propios medios. Como bien dice Emmi Pikler, una de las mentes más brillantes en la educación inicial, «Cuando el niño actúa por su propia iniciativa e interés aprende, y adquiere capacidades y conocimientos mucho más sólidos que si se intenta inculcarle desde el exterior estos mismos aprendizajes».
Al inicio nos enfocaremos a brindarles la confianza necesaria, tanto a los padres como a los niños, hacia el espacio y las maestras. Luego promoveremos la autonomía de los niños, motivándolos a realizar sin apoyo del adulto, algunos descubrimientos. La maestra, tendrá un rol facilitador y motivador para desarrollar la seguridad en el niño ante sus decisiones.
Esta propuesta considera a nivel psicológico: ser una transición gradual y amable con los niños y los padres, proponiendo el trabajo de 2 días a la semana, sentir de manera cálida el cambio de casa a un espacio desconocido. Así mismo, esperamos acompañar a los padres a sentirse más seguros durante el proceso, al observar que sus pequeños pueden estar un corto tiempo sin su presencia. Asimismo fortalecemos las habilidades sociales que son esenciales para el autoestima y el lenguaje por medio de juegos semi estructurados, actividades grupales y juego libre.
A nivel del lenguaje, estimularemos la intención comunicativa, ya que el lenguaje será necesario para vincularse con otros compañeros y expresar sus deseos. De esta manera se buscará generalizar el lenguaje, ya que en muchas ocasiones somos los padres los únicos que comprendemos cuando nuestros hijos hablan, lo que en ocasiones, reduce de manera significativa la necesidad de comunicarse de forma correcta en un entorno distinto al de casa.
A nivel del aprendizaje, la exploración y manipulación de diferentes objetos o elementos trae consigo el desarrollo de nuevos conocimientos. El aprendizaje siempre será propuesto en forma de juego y respetará el proceso y etapa que cada niño atraviesa. Sin embargo, no podemos dejar de lado algunas actividades estructuradas y semi estructuradas para poder promover la adaptación a una rutina desde el llegar y saludarnos, sentarnos para ver quién ha venido, jugar, cantar, lavarnos las manos, sentarnos para comer, ir al baño y despedirnos para entrar o salir de un espacio.
En conclusión, queremos hacer de esta transición una experiencia amable para todos, de tal manera que podamos ayudar al desarrollo integral del niño, teniendo en cuenta las habilidades y dificultades de cada persona.
Escrito por:
Lic. Eimy Valderrama Barahona
Licenciada en Psicología y Terapeuta Ocupacional
Lic. Jennifer Mostacero Soria
Licenciada en Educación Especial especialista en Inclusión Educativa y Apoyo a la Diversidad
Miembro de la Comunidad Orofacial Latinoamericana
Lic. Johana Herrera Sommerkamp
Especialista en Psicología Educativa y Desarrollo Humano
Centro de Desarrollo Humano Zueh