¡Llego la libreta, el informe, las notas! Estoy preocupada porque mi hijo salió bajo en el colegio. ¿Qué le pasa a mi hijo? ¿Serán los maestros? ¿Qué hice mal?
La educación de los hijos es la inversión más importante que hacen los padres para el beneficio de estos . Solemos pensar que las notas escolares son la carta de presentación del los hijos ante el mundo, su llave para el éxito. Puede que sean importantes, pero no son el reflejo certero; constituyen, mas bien, el reflejo de como se pueden estar sintiendo, en un momento determinado.
Siempre intentamos buscar respuestas a este sin número de preguntas, que se nos viene a la mente, cuando nuestros hijos salen “mal” en el colegio.
La verdad es que cuando a ellos les va mal en el colegio, pensamos en cuáles podrían ser las probables razones:
- ¿Estará enfermo?
- ¿La metodología del colegio será la adecuada para su estilo de aprendizaje?
- ¿Tendrá dificultades para relacionarse con sus compañeros?
- ¿Estará pasando por algo que lo está preocupando y no sabe como manejarlo?
- ¿Estará motivado? ¿o desmotivado?
- ¿Se organiza, es ordenado? ¿Tendrá apropiados hábitos de estudio?
- ¿Sabrá expresarse claramente en la clase?
- ¿Podrá mantener su atención durante la clase? ¿Es distraído o se distrae fácilmente?
- ¿Estaré poniendo límites adecuados en casa?
Realmente, podría seguir escribiendo mil y una preguntas ante este problema – “mi hijo salió mal en el colegio”. Se que a los padres causa mucha ansiedad no saber por qué salió mal su hijo en el colegio, sin embargo, lo importante es empezar a preguntarse, qué podemos hacer para ayudarlo.
Como especialista en el campo educativo, puedo recomendar a los padres que no tengan miedo de ir donde un profesional para que los oriente y poder darle solución a este problema que tanto les puede preocupar. Poder sentarse con un profesional, ayudará a encontrar la verdadera razón por la cual le fue mal en el colegio. Muchas veces no le damos la importancia a estos hechos y buscamos una solución rápida diciendo – “ ¡Oye! Estás castigado, de ahora en adelante del colegio a la casa y a estudiar!”
Pero ¿qué generamos con estos actitudes? Generalmente, solo estamos poniendo una curita al problema y no estamos enfrentando el verdadero problema. El miedo es normal, pero es necesario enfrentarlo para realmente poder ayudar. Algo que podría ser del tamaño de un granito de arena, podría convertirse en una playa si no lo atendemos a tiempo. Ayudemos a nuestros hijos y ataquemos el verdadero mal. De nosotros depende que el problema no continúe en la universidad, luego en el trabajo y así sucesivamente.
Como profesional, les aseguro que una intervención a tiempo ofrecerá mejores resultado a futuro. Al final, el que a nuestro hijo le vaya mal en el colegio es tan solo un síntoma de algo más profundo, como podría ser una dificultad en el aprendizaje, un problema emocional, dificultad para establecerse entre sus pares. Todo esto tiene solución, pero no lo dejemos pasar.
Escrito por:
Mg. Johana Herrera Sommerkamp
Especialista en Psicología Educativa y Desarrollo Humano
Centro de Desarrollo Humano Zueh